En la última visita a la biblioteca escogí dos libros infantiles sobre amor maternal porque sus títulos me habían llamado la atención.

Siempre te querré tiene unas ilustraciones preciosas. Tiene una estructura repetitiva que puede funcionar genial para leer a peques pero su contenido me parece algo amargo. De esas historias bonitas y tristes al mismo tiempo. Para nada lo veo dirigido a un público infantil y, por los aspectos que enfoca de la maternidad, tampoco termina de gustarme. Una pena porque el dibujo es precioso.

¡Porque te quiero tanto! por otro lado es una historia simpática. Una osa y su osezno de aquí para allá. Mientras que el libro anterior destacaba lo trasto y difícil que era el niño, éste alaba las ocurrencias del pequeño oso polar.

J no ha querido que le lea ni una sola página pero me lo apunto para volverlo a sacar cuando esté algo mayor.

A estos dos libros quiero añadir uno que ya teníamos en casa: Adivina cuánto te quiero.

Se ha convertido en un clásico y lo recomiendan por todos sitios. Se lo empecé a leer a J de recién nacido y era incapaz de leer la última página sin que me temblase la voz. Un cuento precioso de un conejito y su padre.

Por si no los encontráis en la biblioteca ni en vuestra tiendecita de barrio habitual, os dejo los enlaces para comprarlos: Siempre te querré, ¡Porque te quiero tanto! y Adivina cuánto te quiero.